Muchos hemos oído hablar de Bodega Juanicó, una bodega con muchos años en Canelones, y que se ha convertido en uno de los destinos predilectos para los amantes del enoturismo en Uruguay. Por eso, en cuanto tuvimos la oportunidad de conocer este lugar, no lo dudamos ni un segundo. Con una tradición vinícola que se remonta a más de un siglo, el establecimiento combina armoniosamente historia, naturaleza y la pasión por crear vinos de alta calidad.
Al llegar, fuimos recibidos por un entorno sumamente agradable. Un lugar muy lindo y agradable como podremos ver en las fotos, realmente disfrutamos de recorrer el establecimiento y degustar sus famosos vinos. Los viñedos se extienden a lo largo de un paisaje típicamente canario, con suaves colinas y una brisa fresca que proviene del cercano Río de la Plata. La bodega, con su arquitectura tradicional, refleja la herencia vitivinícola de la región y cuenta con instalaciones modernas para la producción y el cuidado del vino.
Recorrido por los viñedos y el entorno
Visitando Bodega Juanicó, recorrimos los viñedos para conocer de primera mano las variedades de uvas que cultivan. Entre las más destacadas se encuentran la Tannat —emblema del vino uruguayo—, la Cabernet Sauvignon y la Chardonnay. Durante el recorrido, aprendimos sobre las técnicas de poda y vendimia, así como sobre los procesos de fermentación y crianza que dan a los vinos su carácter único. No solo se trata de una experiencia cultural, sino también sensorial, pues cada rincón de la bodega nos invita a descubrir aromas y sabores llenos de historia.
La sala de degustación es uno de los puntos clave de la visita. Allí, pudimos probar distintos tipos de vinos, cada uno con su toque distintivo, guiados por expertos que nos brindaron información sobre las notas aromáticas y gustativas, el maridaje adecuado y la temperatura ideal para disfrutarlos. Resultó fascinante ver cómo cada copa reflejaba no solo la calidad de la uva, sino también el esfuerzo y la pasión de quienes trabajan en la bodega.
Explorando la cava y su atmósfera única
Además del recorrido por los viñedos y la degustación, conocimos la cava subterránea, un espacio especialmente diseñado para la crianza y el añejamiento de los vinos. Entre barricas de roble y pasillos de piedra, se percibe la quietud y la dedicación que hacen posible la magia de convertir simples uvas en sofisticados vinos. Compartimos un vídeo que hemos hecho de la cava, donde se puede apreciar el cuidado meticuloso que ponen en cada detalle de la producción, así como la atmósfera íntima y casi mística que envuelve el lugar.


















Por último, es importante destacar la cercanía del equipo de Bodega Juanicó. Durante nuestra visita, todos estuvieron dispuestos a responder preguntas y compartir sus conocimientos. Esta calidez humana se suma al atractivo del establecimiento, haciendo que la experiencia sea no solo instructiva, sino verdaderamente memorable.
Si estás pensando en adentrarte en el fascinante mundo de los vinos uruguayos, Bodega Juanicó es una parada obligatoria en tu ruta. La combinación de historia, paisajes y la pasión por el vino se refleja en cada paso que des en el lugar. Esperamos que las fotografías y el video que compartimos sobre nuestra visita te inspiren a vivir esta experiencia por ti mismo. ¡No te la pierdas!
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